El porqué de un juguete
Nuestra iniciativa mantiene los principios con los que se puso en marcha en el año 2000 y pretende recordar que el juego es uno de los derechos fundamentales del niño, tal y como contempla Naciones Unidas en su declaración de 1989, y que el juego y el juguete cumplen un papel decisivo en su educación y desarrollo.
Desde nuestros inicios trabajamos conjuntamente con ONG,s tratando de proporcionar a estas organizaciones un instrumento adicional para su trabajo, y de incidir en la importancia que puede tener un juguete en comunidades donde las acciones de cooperación se orientan fundamentalmente hacia otras áreas de desarrollo como la alimentación, las infraestructuras, la sanidad o la educación. Desde esa última perspectiva, la campaña asocia al juguete un valor lúdico pero también formativo al entender que el juego ayuda al niño en su proceso de aprendizaje y le permite desarrollar su creatividad y relacionarse con su entorno más cercano.
La campaña entrega dos tipos de juguetes, los denominados unipersonales, que se reparten de forma individual al niño, y los juguetes destinados a ludotecas, que se instalan en centros y colegios, supervisados por educadores.
Gracias a la ayuda de cerca de 70 ONG,s implantadas en las zonas deprimidas de los países receptores, hemos llegado a niños sin recursos para quienes nuestros juguetes lo suponen todo. Inmersos en una vida de penurias y calamidades, en los 17 años que llevamos de campaña hemos confirmando que el juguete es un bien básico que divierte, educa, fomenta la creatividad y sobre todo, ayuda a establecer vínculos y relaciones afectivas entre los niños.
Nuestro reto es llegar cada año a más países y sobre todo a muchos más niños haciéndoles entrega de juguetes nuevos que fomenten su desarrollo y despierten su ilusión, para ayudarles a afrontar la vida más felices y haciendo uso de uno de sus derechos fundamentales: el derecho al juego.