En Asia, los niños recuperan el tradicional juego en la calle
El juego es el lenguaje universal de los niños y a pesar de que a través del juego los niños de diferentes culturas y países son capaces de entenderse, encontramos pequeñas peculiaridades en el tipo de juego de cada país.
En los países asiáticos, por ejemplo, los niños siguen jugando en la calle, al aire libre, una costumbre cada vez más añorada en los países europeos, donde los niños han cambiado los parques y los espacios abiertos, por sus casas y habitaciones.
Por ejemplo en Pakistán, los niños disfrutan jugando en grandes espacios y uno de sus juegos favoritos es el “Tangut”. En este juego los niños se convierten en abejas, abeja reina y apicultor. Mientras el apicultor intenta llegar a la reina y eliminar a los jugadores abeja tocándolos con un periódico, los jugadores abeja tratan de rodearlo para que quede eliminado a través de las “picaduras”.
Por su parte aquellos niños que en India cuentan con menos recursos y no pueden obtener juguetes, han creado un divertido juego cuya principal protagonista es la lata de un refresco. En este juego, bautizado como “Pittu Grem”, pueden participar entre 8 y 12 jugadores, y sólo necesitaremos una pelota de goma y tres latas vacías. La mecánica del juego consiste en situar en el centro de un cuadrado previamente establecido en el suelo, las latas una encima de otra, mientras los jugadores se sitúan en el exterior. Cada miembro del equipo deberá lanzar la pelota con el objetivo de derribar las latas. Si lo consigue, el equipo contrario deberá entrar en el cuadrado para colocar de nuevo las latas, mientras el equipo vencedor lanzará la pelota en su contra eliminando a aquellos jugadores tocados por ésta.
Y en los países con tradición pesquera de Asia, los niños han adaptado esta antigua profesión a su juego. Se llama “El Pescador” y mientras uno de los niños adquiere la personalidad de este personaje, el resto se convierte en peces. Una línea dividirá una gran explanada en dos, y a la voz de “¡Al agua!”, los jugadores pez deberán atravesar la línea intentando no ser pescados por el “pescador” quedando eliminados del juego.
La imaginación de los niños es clave para el juego en estos países donde muchas veces la realidad social perjudica a los más pequeños. A través del juego imaginan nuevas historias y mundos, se sociabilizan con otros niños y aprenden a respetar normas. Desde la Campaña “Un Juguete, una ilusión” trabajamos cada año para hacer llegar juguetes a estos niños permitiéndoles con ello que sigan jugando, que sigan soñando.