Ana Duato
Mi juguete favorito fue un bebé Nenuco. Fueron muy populares a principios de los setenta, y yo disfruté muchísimo con él. Uno de mis juegos favoritos con él era vestirle y cambiarle la ropa, porque tenía un vestuario completo: con su abrigo, su gorro y hasta patucos en los pies.
Sólo tuve un Nenuco, tendría yo unos siete u ocho años, y nunca jugué con muñecas tipo Nancy. Un día, un dependiente me explicó que las niñas que piden muñecas buscan amigas y que las que piden bebés expresan su instinto de maternidad. Para mí son dos tipos de juguetes diferentes: las muñecas nunca me interesaron, pero los bebés me siguen gustando.